LEY DE CAMBIO CLIMÁTICO Y TRANSICIÓN ENERGÉTICA. 

PLAN NACIONAL DE ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO 2021 – 2030

Importantes recomendaciones enviadas a la Ministra de Transición Ecológica por parte del Grupo de Trabajo sobre el Cambio Climático de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

 

Desde el Comité Español de la Unión Nacional para la Conservación de la Naturaleza – (en adelante CeUICN), queremos trasladarle diferentes aportaciones con aspectos, criterios y medidas que se deberían tener en cuenta en la nueva ley de Cambio Climático y Transición Energética, así como en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021 – 2030.

Esta es una oportunidad muy importante, en un momento clave de la situación que ya se está viendo con el Cambio Climático (en adelante CC) y como este está marcando la supervivencia de especies de fauna o flora, el bienestar en las ciudades, el deterioro de hábitats naturales tanto terrestres como marinos y continuos desastres naturales que destruyen cosechas, arrasan costas, o hacen emigrar a poblaciones de un país a otro.

El CeUICN y la propia UICN siempre han advertido en diferentes comunicados y declaraciones oficiales de la problemática del CC en España.

Reconociendo que el CC constituye una de las principales amenazas para los ecosistemas a nivel mundial, siendo actualmente uno de los desafíos ambientales y de desarrollo más urgentes a los que debe enfrentarse la Humanidad;

Conscientes de que incluso ante las previsiones más optimistas, los efectos del CC sobre la conservación de la Naturaleza son ya una realidad, y de la necesidad de implementar acciones para adaptarnos a sus efectos con la suficiente antelación;

Conocedores de que España, tanto por su situación geográfica como por sus características socioeconómicas, es un país de reconocido patrimonio natural y alta biodiversidad y geodiversidad, y por tanto vulnerable ante los efectos del CC, y que es de extrema importancia el desarrollo de estrategias de mitigación y adaptación dentro de los sectores, sistemas y recursos que pueden verse más afectados por esta problemática;

Informados del desarrollo y seguimiento del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), elaborado por la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) y cuyo objetivo último es el de lograr la integración de medidas de adaptación basadas en el mejor conocimiento científico disponible en todas las políticas sectoriales y de gestión de los recursos naturales que sean vulnerables al CC y contribuir al desarrollo sostenible en el presente siglo;

Sabiendo de la participación de los miembros del CeUICN, en el desarrollo de estrategias de mitigación y adaptación al CC, con más de 60 iniciativas diferentes desarrolladas o en vías de desarrollo en los últimos años en todos los sectores susceptibles a los efectos del CC en España

Observando que, pese a los enormes avances realizados en estos últimos años por la membresía, y que han sido recogidos dentro el proyecto “Análisis comparativo de las necesidades de adaptación al cambio climático en España frente a las acciones desarrolladas por el tejido conservacionista español”, todavía es necesaria una mayor colaboración y participación dentro del CeUICN en estrategias de mitigación y adaptación.

Consideramos necesario realizar las siguientes propuestas que puedan ayudar en desarrollar estrategias de adaptación y de mitigación para que sean incluidas en la nueva ley de Cambio Climático y Transición Energética, así como en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021 – 2030.

La nueva ley y el Plan Nacional de Adaptación deben incluir un artículo que exija a las autoridades de municipios, ciudades, autoridades provinciales y regionales que expongan públicamente todas las medidas, investigaciones y políticas que lleven a cabo en CC. Esta medida no solo daría transparencia sobre lo que se realiza, sino que además ayudaría a tener un decálogo de todas medidas que se desarrollan en todo el País.

Cerca del 80% de la población en España vive en áreas urbanas y son precisamente estas áreas las que más favorecen el CC con la contaminación atmosférica. Es por ello que la mayoría de las medidas deben desarrollarse en ellas:

  • Potenciando y facilitando el transporte urbano, que además sea ecológico.
  • Creando vías alternativas de comunicación a los vehículos a motor, como carriles bici totalmente seguros que animen a la población a trasladarse de forma sostenible.
  • Ampliando las zonas verdes tanto en horizontal como en vertical.
  • Facilitando huertos urbanos que puedan ayudar a consumir productos locales.
  • Colocando en diferentes zonas de cada barrio puntos de carga para vehículos eléctricos, además de crear zonas de aparcamiento exclusivas para ellos.
  • En nuevas construcciones de viviendas obligando a dejar grandes áreas verdes.
  • Hacer cumplir un mínimo de exigencias a las empresas que realizan su producción en estas áreas urbanas, tanto medidas de sostenibilidad como en la lucha contra el CC.
  • El transporte en las grandes ciudades debe ser gratuito. En Madrid existen dos líneas gratuitas y en Paris cuando saltan los niveles de contaminación, se prohíbe el uso del vehículo a personas no residentes en la ciudad, pero el transporte es gratis. Es un costo mínimo comparado a los problemas sanitarios y miles de muertes ocasionadas por la contaminación de las ciudades.
  • Fomentar los jardines verticales, huertos urbanos, parques y árboles en las ciudades para reducir los grados de temperatura en los suelos asfaltados y aceras y además facilitando el aumento de la captura de CO2.
  • Buscar alternativas al coche eléctrico, por ejemplo, vehículos impulsados con energía solar para el futuro, fomentando la investigación en este campo para conseguir mejores acumuladores de energía solar para los desplazamientos nocturnos. El coche eléctrico no deja de depender de la extracción de recursos naturales como el litio abriéndose minas en selvas o terrenos propiedad de los pueblos indígenas como ya se puso en evidencia en la COP25.
  • Fomento masivo de la energía solar y otras alternativas de energía limpia y libre para usos doméstico e institucional.
  • En las nuevas construcciones, los edificios deben ser bioclimáticos encaminados al ahorro de energía.
  • Obligación al reciclaje de los desperdicios y el tener depuradoras para evitar que aguas fecales, plásticos y otros residuos acaben vertidos directamente al mar.
  • Campañas de consumir menos carne ya que su consumo contribuye enormemente al cambio climático, empleando grandes superficies de tierra solo destinada para la alimentación animal, deforestando para ese cometido millones de hectáreas.
  • El cese de utilización de insecticidas y toda clase de químicos empleados en la agricultura, pudiéndose emplear contra las plagas herbicidas naturales.
  • Que se intensifique los programas educativos en colegios, institutos y universidades, encaminados al conocimiento de la situación actual de nuestro planeta, los problemas presentes del cambio climático y la extinción de especies y de ecosistemas y la necesidad de su conservación en beneficio de la humanidad.
  • Se dé más apoyo institucional y de recursos a las ONGs que luchan en todos los ámbitos contra el cambio climático, bien en España, internacionalmente o” in situ” donde se originan graves prejuicios contra el cambio climático.

 

La nueva ley y el Plan Nacional de Adaptación deben incluir que se desarrollaran estudios e investigaciones sobre CC y lo que afecta a los hábitats terrestres, marinos, urbanos, así como a las especies de flora y fauna con los científicos que tienen nuestras universidades, centros de investigación y grupos expertos, consiguiendo de esta manera poder entender las causas y encontrar soluciones.  Para ello, sería necesario habilitar una línea de financiación permanente que cubriera los gastos que generan estos estudios, cuyos resultados permitirían anticipar soluciones, lo que sería económicamente más rentable que subsanar los ingentes efectos negativos no abordados a tiempo.

Articular medidas sobre el turismo que lo hagan más sostenible en todos los aspectos, con mayores medidas de protección a zonas de alto interés ecológico.

Restaurar hábitats degradados, siendo además con criterios de conectividad que puedan unir diferentes hábitats naturales terrestres, marinos o geológicos, siguiendo las directrices naturales, esto ayudaría a crear corredores biológicos que permitirían dar posibilidades a muchas especies de fauna y flora, así como la plantación de millones de árboles autóctonos tal y como indica la UE, que pretende plantar 3.000 millones de árboles, lo que lucharía también contra la desertización.

Todas estas medidas crearían beneficios y evitarían mayores consecuencias del calentamiento global, además de mitigar el CC y su avance como consecuencia de la actividad humana.

Desde aquí reivindicamos otra manera de hacer las cosas, con estrategias que implementen soluciones al CC.

Sabemos que solo con el compromiso de nuestro país no se cambiaran las cosas, pero si puede ser un ejemplo muy importante, puesto que albergamos un importante porcentaje de toda la biodiversidad europea, y por ello no solo pedimos que se incluyan medidas o criterios, queremos también trasladar el total compromiso de todos los miembros del Comité español de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – CeUICN en este aspecto, y por ello el gobierno puede contar con nosotros.

Los continuos informes del panel intergubernamental de expertos sobre CC o IPCC, han dejado claro datos irrefutables de científicos, en los que se piden medidas y soluciones inmediatas para evitar mayores catástrofes y desastres ambientales.

El mundo rural debe recibir total apoyo tanto de la nueva ley como del Plan Nacional de Adaptación, ya que tiene todas las áreas de alto interés ecológico, los hábitats naturales, geológicos, así como los bosques. Son los que gestionan todas estas áreas, además de la agricultura. Por ello deben tener un papel principal en el Plan Nacional de Adaptación:

  • Donde se faciliten infraestructuras.
  • Acceso a las telecomunicaciones para una buena competitividad.
  • Creación de empleo verde para gestión y cuidado de recursos naturales o el turismo ecológico.
  • Apoyo al sector agrícola y ganadero, sector estratégico que debe desarrollar muchas medidas de sostenibilidad y coexistencia con el ámbito natural en el que convive.
  • La reintroducción de especies autóctonas han ayudado a la regeneración de hábitats naturales y la ampliación de estos, donde estas especies gestionan dichos hábitats.
  • Ayudar en el Plan Nacional de Adaptación con subvenciones a municipios que realizan inversiones en plantas de energías sostenibles generando empleo verde y que ayudan a mitigar el CC con la Transición Energética.
  • Creación de un Comisariado de Transición Agroalimentaria.
  • Estrategia de reforzamiento de nuestra ganadería extensiva y de montaña.
  • Mayor Control de la actividad cinegética. Son cientos de miles de hectáreas las dedicadas a cotos de caza que han hecho de la caza mayor su principal fuente de ingresos. Sin embargo, son enormes los desequilibrios que un mal manejo ha provocado, en demasiadas ocasiones desplazando el manejo tradicional de territorio con ganado.
  • Plan de fortalecimiento del sector apícola. Una actividad, una especie, la abeja que lleva años en un peligroso declive, con mortandades alarmantes, con tasas de natalidad de abejas reinas bajísimas, con amenazas de enfermedades como la Varroa que desespera al sector apícola.
  • Protección de los sistemas agrarios de alto valor natural. Se trata de sistemas agrarios que por sus especiales características se consideran, a pesar de ser de origen humano, de alto valor natural, se trata de las dehesas, la trashumancia, los cultivos leñosos de secano, los pastos y prados de montaña, las vegas cultivadas, los secanos cerealistas con alta presencia de barbechos, los olivares tradicionales de sierra, etc.
  • Salvaguarda del ecosistema de campiña. Es en este biotopo donde más drásticamente han cambiado el manejo en los últimos años cuestión que se está evidenciando con el retroceso de especies valiosísimas en la Península Ibérica: avutardas, sisones, gangas, alcaravanes, aguiluchos, alondras son claros ejemplos.
  • Afianzamiento de la producción ecológica. El modelo productivo que mejores y mayores respuestas ofrece a los grandes retos de nuestro territorio, el calentamiento global y la despoblación. Porque los sistemas productivos tienen que formar parte de la solución, y la agricultura y la ganadería ecológica, en la que España es un referente mundial son inmejorables aliados para lograr un medio rural vivo.
  • Reducción del uso de agroquímicos en el territorio nacional. Estos productos tienen probada su nocividad. Es el momento de cambiar la manera de gestionar la presencia de hierbas adventicias en los cultivos sin el uso de tóxicos ambientales.
  • Proteger y mejorar la fertilidad de los suelos y su integridad. Los suelos fértiles constituyen una parte esencial de los eco- y agrosistemas; y su función, además de su papel en el ciclo de los nutrientes, filtro de agua y demás, es básica tanto en el proceso de adaptación al cambio climático como en su mitigación, es en ellos donde se producen los alimentos que consumimos.
  • Disponibilidad de agua. La demanda de agua, especialmente para regadío excede en gran número de cuencas la disponibilidad. Resulta necesario replantearlos en muchos casos, considerando que el cambio climático está disminuyendo de forma crónica la pluviometría media.
  • Calidad aguas. La menor intensidad económica puede hacer que se recuperen nuestras dañadas cuencas hidrográficas. Restablecer y definir cauces ecológicos, estar vigilantes a vertidos, reacondicionamiento de caudales, revisión de estado de los embalses, obligatoriedad de la producción ecológica en las zonas limítrofes a los pantanos y embalses, la clausura de extracciones ilegales son medidas que se pueden acometer con mayores garantías en estos momentos.
  • Custodia del territorio. – La colaboración público-privada en modelos de conservación mediante acciones de custodia del territorio ha sido una asignatura pendiente tradicionalmente en España que, sin embargo, está dando importantes frutos en otros lugares del mundo.
  • Revisión política forestal. La gestión de los recursos forestales y del monte requieren una actualización. El uso de los bosques con criterios madereros nos retrotrae a tiempos pretéritos muy alejados de la realidad. Evitar el monocultivo silvícola redefiniendo el marco de plantación y las políticas de regeneración forestal.
  • Plan Nacional de Recuperación de Humedales. Son especialmente frágiles y han estado muy castigados en el siglo XX con roturaciones, desecaciones, drenajes que han mermado significativamente la riqueza natural de nuestro territorio y limitado su capacidad para generar riqueza y biodiversidad.
  • Cuidar nuestros caladeros. Por cuestiones ajenas a la propia actividad, el sector pesquero se ha desplomado. La falta de canales de distribución, el cierre del canal Horeca y la desconfianza hacen mella. Es el momento para establecer una moratoria y definir medidas que permitan la recuperación de nuestros ecosistemas marinos. Definir zonas y especies de veda son medidas altamente beneficiosas, en primera instancia para muchas especies marinas.
  • Hacer robusta y sostenible nuestra producción y transformación alimentaria. Necesitamos un sector agroalimentario, moderno, con una tecnología sostenible, centrado en subsectores estratégicos, tanto desde el punto de vista de nuestra especialización y de defensa de productos de primera necesidad.
  • Debemos hacer hincapié en la importancia de aguas subterráneas. En situación de cambio climático los riesgos derivados de la desaparición de manantiales o modificación de su caudal tiene consecuencia sobre los ecosistemas, pero además estas constituyen un recurso estratégico ante situaciones de sequía, cambio de régimen de aportaciones y son garantes tanto de abastecimientos urbanos como de usos industriales y agroganaderos. A lo largo de la ley se habla de riesgos derivados del cambio climático y se consideran la frecuencia y la intensidad de esos eventos. Es importante incluir los fenómenos asociados a esos eventos que aumentan la peligrosidad, y que incluyen la modificación del terreno por erosión o depósito. Estos riesgos, son riesgos geológicos naturales que incluyen deslizamientos, flujos de tierras, avenidas torrenciales o colapsos, entre otros muchos y creemos que se deben incluir más explícitamente en relación con la investigación, innovación, educación y divulgación relacionadas con el CC.
  • Conservación y protección de las selvas tropicales. Exigir a todas las compañías de la Unión Europea que operen en terceros países que respeten los derechos humanos, los ecosistemas, los pueblos indígenas y que en caso de que lo vulneren, respondan ante tribunales de justicia europeos o nacionales. La destrucción de las selvas tropicales que se encuentran en el ecuador de la Tierra, puede originar alteración de los vientos planetarios y con ello efectos adversos y graves que aumentan el cambio climático.
  • Ayuda y protección de los pueblos indígenas del mundo, ya que por derecho les corresponde la salvaguarda de sus bosques y ecosistemas, siendo reconocidos por Naciones Unidas en la declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas como guardianes de nuestro planeta.

El cambio climático afecta en general al Patrimonio Natural, que incluye también los elementos geológicos y la geodiversidad. En la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y su modificación en la Ley 33/2015 de Patrimonio Natural y Biodiversidad, se incluyen específicamente los elementos geológicos como parte del Patrimonio Natural. Concretamente; en la segunda se define el «patrimonio natural» como «el conjunto de bienes y recursos de la naturaleza fuente de diversidad biológica y geológica, que tienen un valor relevante medioambiental, paisajístico, científico o cultural». Por ello debería sustituirse en toda la documentación de la Ley y del Plan la palabra «biodiversidad» por «patrimonio natural» o bien añadir el término «geodiversidad» al de «biodiversidad» siempre que se cite está en sentido genérico. Por otra parte, tal y como se formula la ley en términos de equidad, la conservación, puesta en valor y conservación del patrimonio natural en su conjunto (bio y geológico) es una herramienta fundamental para favorecer el desarrollo de la España Vaciada. En el caso concreto del patrimonio geológico no debemos olvidar que nuestro país es el segundo del mundo en Geoparques Globales UNESCO.

En la ley se indica que no se otorgarán en el territorio nacional, incluido el mar territorial, la zona económica exclusiva y la plataforma continental, nuevas autorizaciones de exploración, permisos de investigación de hidrocarburos o concesiones de explotación para los mismos.  Desde la SGE proponemos que quede excluidas de esta disposición las actividades de investigación dirigidas a aumentar en conocimiento del subsuelo del país. Estos almacenamientos pueden servir para almacenar CO2 y gases renovables (biogás e hidrógeno). Asimismo el conocimiento del subsuelo puede ayudar a reducir notablemente las emisiones derivadas de la climatización calor-frio dentro de los edificios, por ello, y dentro de las energías renovables la energía geotérmica debe ser considerada e incorporarse progresivamente en la construcción y renovación de edificios. En el listado de organismos responsables o colaboradores, así como en el Comité de Expertos de Cambio Climático y Transición Energética, deberían incluirse profesionales de la geología y como organismo al IGME, uno de los nuestros OPIS, junto a otros mencionados en la ley.

Es relevante que la ley establezca en cuanto a la movilización de recursos públicos para el CC, que se destina un porcentaje fijo, que fuera al Fondo de patrimonio natural, asegurando así que parte de ese dinero se destina en la restauración y conservación de la naturaleza.

En el Plan Nacional de adaptación al cambio climático, debe incluir la amortiguación de los desastres naturales (los hábitats de ribera frente a las crecidas de los ríos).