El Comité Español de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (CeUICN), formado actualmente por 40 organizaciones, entre las que se encuentra la Fundación Barcelona Zoo del Parque Zoológico de Barcelona, ha recibido con preocupación la noticia sobre la propuesta de modificar el Artículo 32 de la Ordenanza sobre Protección, Posesión y Venta de Animales (CM25/07/2014) con la adición del Artículo 33(b), tal como lo propone la Iniciativa Ciudadana (IC) de 2017 de la Plataforma ZOO XXI, lo que afectaría considerablemente a la mayor parte de los programas de conservación que lleva a cabo el zoo así como su viabilidad a medio-largo plazo.

La UICN desde sus comienzos, ha estado abierta a la incorporación de este tipo de instituciones, siempre y cuando, hubieran demostrado su compromiso con la conservación de la naturaleza e hicieran gala de buenas prácticas en el manejo y cuidado de los animales en su custodia. El Zoo de Barcelona ha sido, y es, una de estas instituciones que asumen los postulados de la Unión y trabajan de firme en hacer presentes las Resoluciones aprobadas en los distintos Congresos Mundiales de Conservación de la Naturaleza. En los últimos años el CeUICN ha tenido el placer de celebrar su Foro Anual en las instalaciones del Zoo de Barcelona, acudiendo representantes de alto nivel de la Unión, quienes tuvieron el placer de conocer de primera mano las actividades de conservación desarrolladas por el Zoo.

Como zoológico moderno, el Zoo de Barcelona participa activamente en programas de conservación, investigación y divulgación de la fauna salvaje que alberga y de sus hábitats naturales. En colaboración con otros zoos, universidades y centros de investigación, el zoo sigue las directrices y estrategias establecidas por los comités de investigación de la Asociación Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA) y de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), y está amparada en la legislación y las normativas existentes en materia conservacionista.

Entre sus contribuciones a la conservación, se encuentran, entre otras:

  • La participación activa en 97 programas de gestión ex-situ de la EAZA de especies amenazadas (European Endangered Species Programmes, EEP, y European StudBooks, ESB), estando actualmente el 85% de las especies que alberga el Zoo de Barcelona incluidas en la “Lista Roja” de la UICN.
  • La participación directa en programas de reintroducción de especies en su hábitat natural, concretamente de: Sapillo Balear (Alytes muletensis), Tritón del Montseny (Calotriton arnoldi), Espátula común (Platalea leucorodia), Martinete común (Nycticorax nycticorax), Alcaudón chico (Lanius minor), Buitre común (Gyps fulvus), Autillo europeo (Otus scops), Gacela dorcas sahariana (Gazella dorcas), Nutria europea (Lutra lutra), Galápago leproso (Mauremys leprosa) y Tortuga mediterránea (Testudo hermanni).
  • La participación en programas de conservación in-situ, como el seguimiento de las poblaciones de rorcual común (Balaenoptera physalus) y otros cetáceos en los mares catalanes y baleares, la monitorización de la fauna en el Parque Natural de la Sierra de Collserola o la asistencia a la investigación, gestión y protección del Parque Nacional de Odzala-Ndoki, en el Congo.
  • El desarrollo de 108 programas marco de colaboración institucional, 110 programas específicos de investigación y/o conservación y la otorgación de 88 becas, todo a través del Programa de Investigación y Conservación (PRIC) y de la Fundación Barcelona Zoo, que ha supuesto una inversión de más de 1,5 millones de euros. De los proyectos desarrollados por las becas del Zoo de Barcelona entre los años 2009 y 2016, el 50% de ellos estaban focalizados en especies autóctonas.

La IC ZOO XXI, pretende reformar la actual legislación vigente, alegando que el actual Zoo de Barcelona no lleva a cabo acciones relativas a la conservación, investigación y educación, algo carente de fundamento tal y como se ha enumerado en el presente documento.

Si bien es cierto que el Zoo de Barcelona (como la mayoría de las instituciones zoológicas) tiene cosas que mejorar y cambiar, de ser finalmente aprobada la nueva normativa propuesta por la IC ZOO XXI, las funciones que lleva a cabo el Zoo de Barcelona se verían seriamente afectadas, incluyendo la mayoría de los programas de conservación, investigación y educación que lleva el zoológico en cooperación con otros centros, poniendo en peligro su futuro.

Entre los cambios que afectarían estas funciones, destacan:

  • La prohibición de todos los programas de reproducción ex-situ, con la excepción de las especies que participan actualmente en proyectos de reintroducción en sus hábitats naturales cuya eficacia sea demostrable y cuantificable, lo que se limitaría a las 11 especies anteriormente mencionadas. Esto supondría la eliminación a medio-largo plazo de casi toda la colección zoológica de la institución, incluyendo a especies en las categorías de mayor amenaza según las directrices de la UICN y dentro de los programas EPP y ESB de la EAZA.
  • El traslado de todas las especies posibles (especialmente la megafauna más emblemática) a centros de rescate, santuarios de animales y reservas que garanticen una calidad de vida superior al que tenían en el zoológico, pese a que la IC no ha presentado un protocolo detallado de cómo se realizará semejante logística.
  • La reconversión del zoológico en un centro de rescate basado en las 3R, es decir, Rescate, Recuperación y Reubicación, o como un refugio si no es posible reubicar, para los animales de fauna silvestre víctimas de maltrato, confiscaciones procedentes del comercio ilegal de fauna o heridos, siendo la única vía en que el zoológica podría recibir nuevos animales. El zoológico deberá contar, además, con un espacio destinado a fomentar la adopción de mascotas abandonadas, pudiendo ser también un punto de entrega de los animales.

El CeUICN apoya la labor que hacen estos centros de rescate, tristemente cada vez más necesarios, pero consideramos que un zoológico moderno debe de ir más allá de ser un centro de rescate y un lugar de adopción de mascotas, al haber ya instituciones especializadas en esa función. Estamos de acuerdo con que los zoológicos deben estar abiertos a recibir más animales víctimas del tráfico ilegal y cooperar con esas instituciones por el bienestar de esos animales, algo que ya se viene haciendo desde hace tiempo. De hecho, el Zoo de Barcelona participó activamente en el rescate de una docena de reptiles (entre los que se encontraba un dragón de Komodo, especie amenazada) el pasado mes de julio en la Cornellà de Llobregat, y varios de esos animales ahora están en sus instalaciones viviendo una vida digna. Pese a ello, ni la plataforma ZOO XXI ni grupos afines dijeron absolutamente nada al respecto.

Dicho esto, pedimos al Consejo Municipal que reconsidere su posición sobre esta iniciativa. El Zoo de Barcelona necesita trabajar conjuntamente con organizaciones e instituciones nacionales e internacionales, y la reproducción de las especies en el zoo, tanto en programas ex-situ e in-situ, son vitales para la conservación y defensa de las especies, además de promover la investigación, el conocimiento, la educación y la concienciación sobre la necesidad de conservar y proteger la naturaleza.

 

Paralelamente, la Comisión de Supervivencia Especies de la UICN ha publicado una carta en la misma línea.