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Declaración CeUICN Amazonia

Declaración CeUICN Amazonia

Declaración del Comité Español de la UICN respecto la situación actual de la Amazonia brasileña.

Siendo el Comité Español de la UICN (en adelante CeUICN) uno de los comités reconocidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y representante de 41 entidades conservacionistas españolas, presenta este documento para manifestar su posición respecto a la situación actual de la Amazonia brasileña y hacer un llamamiento a las autoridades españolas, comunitarias y de la UICN para que actúen

Reconociendo el antecedente de la Reunión histórica de Tarragona en el año 2003 y refrendado en Hawái en 2016 en donde los Comités de la UICN de Mesoamérica, Suramérica y España se hermanaron para:

  • constituir un bloque fuerte y defender las respectivas denuncias e iniciativas de proyectos e intercambio, fortalecer las actividades de conservación, manejo y educación, investigación y cultura en materia del ambiente y desarrollo sostenible;
  • dinamizar el intercambio de experiencias y fortalecimiento de capacidades que permitan ser un grupo de avanzada en la defensa del derecho humano a un ambiente sano;
  • atender a los desafíos de conservación que establecen las regiones y reconocen los socios quienes, además, producen documentos ejecutivos, coyunturales y de incidencia que fortalezcan esta agenda iberoamericana;
  • coadyudar a fortalecer a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus acciones, con una agenda cuatrienal que establece una agenda común y atiende a la participación de hombres y mujeres talentosas y esforzadas por proceder a atender prioridades del desarrollo humano que articuladamente pueden y deben fortalecerse a través de la membresía.

Reconociendo que la selva del Amazonas es el bosque tropical más extenso del mundo, con una extensión aproximada de 7.000.000 km² repartidos entre nueve países, de los cuales Brasil y Perú poseen la mayor extensión, seguidos por Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Francia (Guayana Francesa) y Surinam;

Conocedores del incalculable valor del patrimonio natural y de la diversidad natural de la Amazonia, la cual destaca por ser una de las ecorregiones con mayor biodiversidad del planeta, denominada también “Pulmón del Planeta”;

Conscientes de que actualmente en Brasil viven alrededor de 305 tribus que suman un total de unas 900.000 personas, lo que equivale al 0,4% de la población brasileña;

Observando que anteriormente el Gobierno de Brasil había reconocido 690 territorios para sus habitantes indígenas, que abarcan aproximadamente el 13% de la superficie del país y que casi toda esta reserva territorial (el 98,5%) se ubica en la Amazonia;

Informados de que Brasil es el hogar del mayor número de pueblos indígenas no contactados de todo el planeta, con más de 100 de estos grupos viviendo en la Amazonia;

Sabiendo del importante rol de la FUNAI, el Departamento de Asuntos Indígenas responsable de los pueblos indígenas no contactados, que hasta ahora dependía del Ministerio de Justicia;

Alarmados por las noticias de los cambios de políticas previstos por el nuevo gobierno electo en Brasil en materia de indígenas y gestión de la selva del Amazonas;

Preocupados porque la FUNAI haya sido delegada a una posición de menor eficacia e influencia en el gobierno al depender ahora del Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, así como por las declaraciones del nuevo ejecutivo en las que se anuncia que “bajo su presidencia no se protegerá ni un milímetro más de tierras indígenas” y que “todos los pueblos indígenas deben ser integrados forzosamente en la sociedad moderna”;

Desconcertados porque la regulación de nuevas reservas indígenas haya sido transferida al Ministerio de Agricultura, sometido a la presión de potentes lobbies de la industria agrícola.

 

Por estas razones el CeUICN:

Solicita al Gobierno de España, a la Unión Europea a los Expertos y las Comisiones y el Staff de oficina de la UICN que denuncien esta situación ante las Naciones Unidas y soliciten a su vez al Gobierno de Brasil a que reconsidere sus políticas y actúe a favor de los pueblos indígenas;

Propone la creación de un foro internacional de vigilancia compuesto por administraciones y ONG de todo el mundo para el seguimiento de la situación en la Amazonía brasileña.

Hace un llamamiento global a la protección y recuperación de toda la Amazonía, como ecosistemas de la mayor importancia para la conservación del patrimonio natural y de la salud ambiental del planeta tierra.